viernes, 24 de octubre de 2008

La credibilidad de los infomerciales

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No importa a qué horas. En la madrugada, a media mañana, en cable o señales abiertas, en espacios margianles, pero hay que estar en la televisión. Entre más exposición, mejor.

¿Cuánto tiempo le puedes conceder a un infomercial cuando no hay nada en otros canales o estás a merced del zapping?

Esos espacios que parecen que no sirven para nada, funcionan, captan "algo" de la atención y venden a pesar de ser muy muy fríos. ¡Llama ahora!.

Su formato tiene la simple peculiaridad de la redundancia, del antes y después, de la fórmula milagrosa, de la comparación del producto ordinario con el mágico, del fiel testimonio que jura resolver problemas sin esfuerzo. Salvo raras excepciones, su elemento principal es la mentira textual o una suerte de falacia visual. La piel, la cintura, los dientes, la mancha en el saco, la llamada candorosa, la deuda que desaparece, el gimnasio, la máquina del jugo, la escalera, la receta para hacer millones de dólares desde la alberca... you name it.

Después de casi cinco meses de observar las campañas a la presidencia de los eeuu este año, me he percatado de la mala calidad de su propaganda de televisión.

Muy buen debate, buena comedia, extarordinario análisis y una completa cobertura se teje alrededor del día a día de las campañas. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de la publicidad.

Los dos candidatos presentan campañas --o más bien spots aislados-- francamente malos. Tienen por lo general el formato y la calidad del infomercial, además de que --por lo menos uno de los dos miente-- no atacan las fibras, su exceso de "información" contradice la "máxima" de ir por el corazon. Los comerciales de juan mccain como los de barako son escalofraiantemente neutros y nada "cool".

Destaca que el eje de la publidad de mccain es barako y al revés. No hay venta de valores, de totems ni mitos, no hay banderas, ni pioneros, y las familias que se muestran tienen la producción de un home video... no hay temperatura, no hay color, iluminación, no hay animación ni montaje... no hay, en pocas palabras, ni emoción ni lágrimas.

En ese renglón, son infinitamente superiores los spots del army y los de cualquier pinche aseguradora, las cuales a pesar de la crisis (material y de confianza) permanecen con pautas cargaditas.

Aun así, los norteamericanso pueden (si quieren) exponerse a las ventajas que aporta la televisión para decidir el voto; para recibir los elementos informativos del debate; así como para de pasada (entre tomas) testificar los elementos emocionales que se usan deliberadamente por cada cuartel (el niño down de la gobernadora que aparece de vez en cuando en sus brazos, el barrio casi pobre de honolulu de la abuelita enferma del demócráta, que recorre el candidato para visitarla pero en su calidad de ciudadano - nieto común y corriente)... todo eso puede ver el expectador de la televisión y hacer un juicio a partir de, por ejemplo, re - ver la historia, secuencia por secuencia... ahí tenemos las primeras líneas y actuaciones que pegaron de la sra palin a partir de la convención republicana.

Aquellas del "tanks but no tanks" sobre el puente a "nowhere"; la venta del avión, propiedad del gobierno de Alaska y al servicio del ejecutivo, en ebay, lo cual la pinta creativa, juvenil, cibernética y heterodoxa; en la misma intención, anotemos el haber desocupado al chef, porque proviene y ella misma forma una familia modesta.


Calidad infomercial. O en todo caso, política ficción, de la real. El contraste que derrumba la credibilidad vino días después. Resultó que las líneas del speachpromter tenían la "manufactura" de un infomercial.

Las fotos y las imágenes con el vestuario de 150 mil dólares de saks y neiman marcus desmintieron la supuesta "modestia" de la gobernadora. Pero eso si, la "vp candidate" se ve igual de "cuidada" que victoria principal cuando vendía sus cremas en las largas horas y deshoras de los primeros infomerciales.

2 comentarios:

Signos dijo...

ya cambiale doctorrrrr

Signos dijo...

ya cambiale doctorrrrr